martes, 11 de marzo de 2008

Las declaraciones de la nieta de Mirtha

¿Hubiera preferido que naciera en Argentina?

– Me da lo mismo que sea jamaiquino. Es una cuestión súper política ser chileno o argentino, hablar en inglés o español. No sé, son limitaciones del ser humano. Acá han respetado mi intimidad. En Argentina, hubiese sido un caos. Yo siempre digo que las cosas pasan por algo y por algo también me pasó esto acá, y no en Buenos Aires: allá hubiese sido bastante invasivo y tormentoso.

– ¿Qué aprendizaje hizo durante los días que estuvo en cama?

– Muchos. Se te pasan mil quinientos pensamientos, evalúas las cosas, piensas para adelante, para atrás, durante. Aprendes a observar mucho a la gente, los movimientos, hablas poco, te vas para adentro, te vuelves más pensante. Durante cada uno de esos días, Juana se preguntó por qué, si ella era joven, sana y ya había tenido un parto saludable, ahora le tocaba vivir esta situación, y sacó algunas conclusiones: "creo que soy muy de vivir sin pensar las consecuencias de lo que puede llegar a pasar en la vida. Esto fue como un alto que tuve que hacer para detenerme. Antes hasta en la vida cotidiana todo me lo tomaba muy a pecho. Incluso si estaba en un taco, alegaba", dice poniendo voz de gruñona. Hace un mes salió de la clínica. Una amiga la pasó a buscar en su auto. Estaba realmente emocionada. Así lo recuerda: "gritaba, gritaba y gritaba, porque no podía creer lo que veía: los árboles, la gente extraña viviendo, circulando, sintiendo el calor. Una experiencia así te cambia harto. Aún hoy disfruto cosas que antes de la clínica no disfrutaba. Estar al aire libre, por ejemplo. Yo estuve en una pieza con techo sin ver el cielo más de un mes, sin poder saber de afuera. Entonces, caminar y estar al aire libre es algo que ahora disfruto. Es una estupidez lo que estoy diciendo, es un detalle de la vida, pero no sé, ahora valoro tener el deseo de comer algo y poder comerlo, o dormir en mi cama con mi hija".

– ¿Qué sentimientos experimentó cuando su hijo salió finalmente de la UCI?

– Obviamente, es un alivio cuando ves que tu hijo pasa de estar en una incubadora, donde sólo lo puedes tocar con las manos, a una cuna donde lo puedes alzar. Pero lo estoy viviendo como parte de un proceso que todavía no termina y, por lo mismo, tampoco estoy tan feliz, ni tan abierta, porque todavía falta. No ha estado sola en este trance. Su familia y amigos la han acompañado. Y, por supuesto, Gonzalo. "Él como papá es un amor, una ternura, no sé qué decir. Le regaló a Silvestre un piluchito con estilo, de una tela como desteñida, no como el típico blanquito de guagua, es lo bacán", dice.

Fuente: Elmercurio.com (Diario chileno)

Como se le pegaron las palabras chilenas a esta chica.............. y si, si lo hubiese tenido acá al guagua Ventura y Canosa hubiesen entrado disfrazados de doctores jejeje

2 comentarios:

La Mascarada dijo...

Le cachay o no le cachay!?

Besooooooo!

Belusinia dijo...

Le falto hey como estay tu huevon!!

Besos!!!